¿POR QUÉ SE HA RECUPERADO PUMAREJO?

Ala administración de Pumarejo, por supuesto, hay que seguir evaluándola, y en lo inmediato toca observar cómo se comporta.

Invamer en su última encuesta le dio un 73% de favorabilidad  al alcalde Jaime Pumarejo. Es la más alta del país, superando  a Claudia López, Daniel Quintero, Jorge Iván Ospina y Juan Carlos Cárdenas.

Hay quienes creen que esa aventajada nota es amañada. Pero no es así. Lo real es que él ha mejorado en imagen respecto a la que tenía en junio del año pasado, cuando, según Datexco, el alcalde de mayor favorabilidad era Quintero con un 84% y Pumarejo el de más baja con el 48%.

¡Cómo han cambiado las cosas! Ahora Quintero registra, de acuerdo con Invamer, un rechazo del 42% y enfrenta la amenaza de la revocatoria del mandato. Ese fantasma, en cambio, en el caso de Pumarejo se ha logrado diluir.

Desde luego, la mejoría de Pumarejo no se debe a que haya  cumplido las metas del Plan de Desarrollo, pues todavía sus apuestas fundamentales están por materializarse, como la recuperación de la Ciénaga de Mallorquín, el restablecimiento de las playas de Puerto Mocho y la profundización de la renovación urbana en el Centro Histórico y Barranquillita. Le quedan tres años para eso.

Yo creo que a Pumarejo lo ayudó, como la campana a los boxeadores a punto de caer en la lona, la llamada seroprevalencia que está hoy en el 70%, según el secretario de Salud del Distrito. Es decir, que al contagiarse gran parte de la ciudad en niveles asintomáticos disminuyó la presión sobre el sistema de salud y en particular sobre las ucis, aunque todavía hay contagios y muertes graneadas por el coronavirus. Entre tanto, varias ciudades del interior del país, empezando por Bogotá, han continuado viviendo con angustia el repunte de la pandemia.

Al ‘normalizarse’ un poco, entonces, la vida barranquillera con la suspensión del toque de queda y el pico y cédula, la percepción frente al alcalde se modificó. El hecho de que la gente ya no esté encerrada y haya podido volver a los parques, a los centros comerciales, a los restaurantes, a la rutina diaria, con los debidos protocolos sanitarios, ha generado una actitud distinta. Y solo faltó que Pumarejo hubiese podido ordenar la realización del Carnaval para que  su favorabilidad se aproximara a la del exalcalde Alejandro Char.

Varió, asimismo, el estado anímico del mandatario distrital. Se le ha visto relajado. Y de su boca no salieron más las palabras imprudentes de los momentos críticos del pico epidemiológico. Se nota, además, que ha sido estricto en el autocuidado porque hasta ahora no se ha contagiado. Y si le dio el virus ha sido asintomático. Supongo que parte del mérito en el incremento de la favorabilidad del alcalde habrá que atribuírselo al equipo de comunicaciones que lo asesora.

A la administración de Pumarejo, por supuesto, hay que seguir evaluándola, y en lo inmediato toca observar  cómo se comporta, en lo que le corresponde, en lo atinente a la  vacunación. Una de las más retrasadas del mundo.

@HoracioBrieva

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