¡HAY QUE AGILIZAR LA VACUNACIÓN PRIVADA!

Al ritmo que vamos quién sabe cuándo iremos a inmunizar a la mayoría de la población. La tal inmunidad de rebaño está en chino. Este trabajo le está quedando cuellón al gobierno.

Mientras en Estados Unidos están vacunando a los adultos, sin importar la edad, aquí estamos en una vaina que llaman agendamiento para los mayores de 65 años. Es decir, que se requiere una previa autorización para que las personas de este grupo etario vayan a recibir la vacuna.

Alguien me decía que no nos podemos comparar con Estados Unidos. Y le concedo razón. Pero eso tampoco justifica las desesperantes lentitudes de un país donde pareciéramos vivir felices en la mediocridad.  ¿Es una tara cultural? ¿Una maldición bíblica? Por supuesto que no. Es un problema de funcionamiento del Estado que es un aparato plagado de ineptitud con una cabeza grande y perezosa situada en Bogotá.

¿Y qué está ocurriendo? Pues que quienes tienen visa americana y cierta solvencia económica, toman un avión y se inyectan en Estados Unidos. Pero eso no lo puede hacer la mayoría de colombianos. Y por eso se requieren alternativas de agilización. Una de ellas es que los privados traigan las vacunas y se las apliquen a los trabajadores y empleados.

El gobierno elaboró una propuesta pero he oído que sus variados requisitos embrollan laberínticamente el trámite. Y hay que ser prácticos. Hay que destrabar en lugar de complicar las cosas.

El gobierno debería apoyarse decididamente en los privados y no ponerle tanta tiza al taco. ¡Compartan la cometa! Finalmente, si se acelera la vacunación ganamos todos. Se reducen los contagios, frenamos las muertes y podremos avanzar en la reactivación económica.

En el caso de ciudades como Barranquilla, se le quitaría considerable presión al gobierno local y al sistema de salud si se les deja a las grandes empresas que vacunen. Estoy que seguro de que lo harían rápido el Grupo Empresarial Olímpica, Tecnoglass, Promigas, Transelca, Procaps, Argos, Gases del Caribe, Sempertex, Monómeros, Grupo Éxito, etcétera.

Cuando el Estado no puede atender todas las necesidades de los ciudadanos debe permitírseles a los privados que lo hagan. De hecho, si el Estado es incapaz de proveer la solución a un tema, el mercado, sin pedir permiso, termina aportándola. No creo que sea neoliberal decir esto.

Yo recuerdo que durante largos años los barranquilleros sufrimos la calamitosa prestación de los servicios públicos, entre ellos el telefónico. Y a causa de ello era una proeza, por ejemplo, que un empresario se pudiera comunicar de urgencia con un trabajador residente, digamos, en el barrio El Bosque. Era imposible. Hasta que apareció la telefonía celular. Y sanseacabó. Hoy casi toda la ciudad tiene un móvil y eso resolvió nuestro inmenso atraso en comunicaciones. ¿Quién solucionó la dificultad? ¡El mercado!

Dejen que los privados ayuden.

@HoracioBrieva


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