Lo último de la Triple A

Las dos últimas noticias sobre la Triple A han sido la asamblea extraordinaria de accionistas que autorizó contratar una firma auditora extranjera para evaluar el contrato de asistencia técnica entre Inassa y la empresa, y el ofrecimiento de Ramón Navarro Pereira de entregar $900 millones como reparación integral al Distrito y a los socios minoritarios de Triple A.

En una reunión del pasado 9 de mayo, en Combarranquilla Country, de la cual hay un acta, convocada por el Fiscal 38 delegado de la Dirección Especializada contra la Corrupción, José Gilberto Romero Vásquez, el apoderado de Navarro, Mauricio Marín, admite que su cliente está implicado en el uso fraudulento de $22.000 millones, y que de esa plata, restándole el IVA, se repartieron $18.777 millones, pero se colige que Navarro solo tomó $900 millones, que son los que promete devolver. La Fiscalía también le imputa al exgerente de Triple A el desvío de $4.500 millones, pero su apoderado dice que ese dinero fue directo a Inassa.

Sobre la primera noticia hay que recordar esto: de acuerdo con un acta del 18 de octubre de 1996, suscrita por Édgar George, en nombre del Distrito, y Julio Gómez Piqueras, en representación de Inassa, el revisor fiscal de la Triple A lo elegirá el sector público (léase la Alcaldía), en asamblea general de accionistas, de una lista de firmas de auditoría propuesta por los accionistas privados. “Las firmas propuestas deberán ser especializadas y de reconocida trayectoria y experiencia nacional e internacional”.

La pregunta obvia es: ¿qué carajos hizo en 21 años esta flamante revisoría fiscal cuya finalidad es controlar los movimientos financieros, contables y tributarios de la empresa? Desde 1996, además de George, han sido alcaldes Bernardo Hoyos (II), Humberto Caiafa, Guillermo Hoenigsberg, Alejandro Char (I y II) y Elsa Noguera.

También, si se revisa el acta citada, se encontrará que el contrato de asistencia técnica, suscrito según se ha dicho el 4 de septiembre del 2000, tiene su origen en 1996, pues ese año no solo le entregamos en bandeja a Inassa el 43,31 % de las acciones de la Triple A y la facultad de postular el gerente, sino que le concedimos, por “costo de gerenciamiento”, durante 7 años, un 4,5% del ingreso neto de la empresa, y el 5,5% en el octavo año, cuando en realidad la tarea técnica, administrativa, operativa y comercial la cumplió Inassa a través de Aguas de Barcelona, que era la que tenía la experticia en el manejo de este tipo de empresas.  Inassa, como he dicho otras veces, fue un ‘muñeco’ que armaron con $ 1 millón y por medio de esta aterrizaron los españoles.

Respecto a la segunda noticia, lo siguiente debería ser que Navarro cante los nombres y apellidos de las otras personas que comieron del festín de los $18.777 millones. Tienen que devolver la plata robada. Y ojalá con intereses.

@HoracioBrieva

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