Cada vez que a Deisy se le va la luz en su casa en el barrio Simón Bolívar, suele sacar a la terraza del primer piso una mecedora en la que se sienta a “coger fresco”. Entre saludos y conversaciones que no duran más de diez minutos, habla con algunos vecinos sobre los cortes de energía y asegura que “son el colmo”, porque ella paga su recibo mensualmente. Un vecino le dice que esa empresa se roba la plata, el otro refunfuña que se demoran mucho en atender, y otro más agrega airado que no hay suficientes personas para solucionar todos los problemas.
Al final, son muchos los comentarios que se hacen sobre esta empresa pero poca es la certeza que hay sobre la situación de una compañía que debe responder por la energía eléctrica en la Región Caribe, pero que dice tener problemas financieros que le impiden ofrecer un mejor servicio.
Esto ha puesto las cifras de Electricaribe en medio del debate, por lo que EL HERALDO estudió sus balances y conoció en exclusiva el informe financiero de 2015.
Entre los datos más relevantes, al comparar los resultados de 2015 con años anteriores, se evidenció que las inversiones del año pasado fueron las más bajas en los últimos nueve años: la compañía destinó $131.803 millones en 2015, una cifra inferior a la de 2007 y superior a la de 2006, cuando invirtió $118.420 millones.
El dato es muy inferior si se estima que en años como 2011 los esfuerzos de la empresa fueron superiores y se concretaron inversiones de $203.847 millones.
A eso se suma otro cuestionamiento. En 2015, la empresa recibió del Estado $71.977 millones (la cofinanciación más alta que el Gobierno le ha dado en los últimos años), pero invirtió menos. Evidencia de ello es que en 2014, Electricaribe recibió $35.113 millones, e invirtió $178.645 millones, y en 2013, el Gobierno solo le dio $2.601 millones, y la empresa asumió $191.304 millones.
La reducción de las inversión afectó el trabajo que se hizo en frentes como la calidad del servicio, para lo cual se ejecutaron $69.379 millones, mientras que en años como 2014 y 2013 se destinaron más de $100.000 millones en cada periodo.
En contraste, los recursos para la infraestructura y equipamiento aumentaron: la empresa pasó de invertir $2.312 en 2014, a $3.459 millones el año pasado.
Sobre este escenario hay versiones encontradas: de un lado están los que argumentan que la empresa no está comprometida con mejorar el servicio en la Costa y ha dejado las inversiones en mano del Estado.
Horacio Brieva, director ejecutivo de Protransparencia, asegura que Electricaribe puede ejecutar estos recursos sin problemas, porque “todo eso lo recupera vía tarifa. Ellos no pierden dinero, porque todo se les regresa”, argumentó.
Para el directivo, a eso se suma que la compañía tiene un alto nivel de recaudo que le permite apalancar más recursos para mejorar el servicio
Según los estados financieros de Electricaribe, el recaudo en 2015 ascendió a $2,9 billones, pero hay que destacar que la meta inicial era $3,46 billones, por lo que solo se logró 83,8% del recaudo. A eso se suma que el dato empeoró frente a 2014, cuando ese indicador llegó a 88,7%, y fue aún inferior al de 2013, cuando el recaudo logrado fue 91,2%.
Pese a eso, el alcalde Alejandro Char también se ha sumado en reiteradas ocasiones a las voces que le exigen a la empresa mejorar el servicio y cumplirles a los usuarios que, como Daisy, sí pagan la factura pero se ven afectados con los cortes de energía que ocurren por problemas técnicos.
Recientemente, el senador José David Name también se pronunció ante el caso y pidió al Gobierno nacional y las administraciones departamentales que actúen para que se cambie al operador. De hecho, convocó una movilización en contra de Electricaribe para el próximo 2 de abril.
Los que apoyan a la empresa. En cuanto a los que están en el otro lado y defienden las dificultades financieras por las que pasa Electricaribe, hay quienes aseguran que el alto endeudamiento de la empresa con los bancos, el robo de energía y el dinero que les deben por los barrios subnormales, ha afectado sus cuentas. De hecho, los pocos recursos que el Estado ha transferido en años anteriores (ver gráfico), muestra el abandono de la inversión social del Gobierno en la Región Caribe.
Así lo explicó Alejandro Lucio, director de Óptima Consultores, quien señala que este es un debate que va mucho más allá e implica las condiciones de pobreza de muchas familias que optan por robar la energía porque no tienen cómo pagarla.
“Ese es un debate que no puede quedar en cabeza de Electricaribe, hay que crear una cultura de pago, porque hay otras zonas más pobres en el país en donde no se ve una cartera de mora tan alta como la de la Costa”, señaló.
El experto también considera que en otras zonas del país no es tan grande el robo de la energía, como ocurre en esta región, por lo que “a las empresas les queda mucho más fácil la gestión de la cartera, porque no hay tanto robo de energía”.
Según los cálculos de Electricaribe a cierre de 2015, la cartera de sus usuarios a corto plazo ascendía a $1,43 billones; en los barrios subnormales las obligaciones llegaban a $400.000 millones, mientras que los usuarios constitucionalmente protegidos, como las escuelas, hospitales y cárceles, le debían a la empresa alrededor de $150.000 millones.
José García Sanleandro, gerente general de la compañía, recordó que el presidente Juan Manuel Santos se comprometió en la pasada cumbre energética a gestionar la deuda de los barrios subnormales y usuarios protegidos, para que se le devolviera esa plata a la empresa. Sin embargo, no se han cumplido los compromisos a la fecha.
“Esos son usuarios a los que yo no les puedo cortar la energía. Nadie me paga por ellos y es deuda se acumula, pero yo sí debo pagar a los generadores porque no les puedo decir que me dé la energía y que no le voy a pagar porque a mí no me cancelaron”, criticó el ejecutivo.
Ante los cuestionamiento del ejecutivo, este diario intentó contactar por más de una semana a la ministra de Minas y Energía (e), María Lorena Gutiérrez, pero no fue posible conversar con la ejecutiva para conocer los avances de las promesas realizadas por el presidente Santos.
Pérdidas de energía. En cuanto a las pérdidas, el dato de distribución se ubicó en 16,43% el año pasado, la cifra más alta desde 2010, cuando llegó a 16,54%. En materia de comercialización, la compañía calcula que las pérdidas por fraude pasaron de 16,65% a 17,23%. «Allí dejaron de entrar unos $800.000 millones con los cuales se pudieron realizar muchas inversiones», dijo García.
Con estas cifras, Alejandro Lucio señala que se podría tener un resultado negativo desde varios frentes: disminuye el porcentaje de recaudo (83,9%) y aumentan las pérdidas de comercialización y distribución.
“Hay que ser honestos en que Electricaribe es una empresa privada y no va a trabajar a pérdidas”, agregó el experto.
En total, el informe reporta que la empresa tiene pérdidas acumuladas de $788.591 millones, como resultado de los ejercicios pasados.
Fue por ello que las utilidades de 2015, que llegaron a $47.535 millones (valor calculado por las normas NIIF), deberán “aplicarse a absorber la pérdida acumulada de la sociedad”.
Pese a ese escenario, Brieva cuestionó la versión de Electricaribe y señaló que vía tarifa, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) “también cubre las pérdidas de las empresas, así que esto es un negocio redondo, porque está todo cubierto, hasta las pérdidas”.
Endeudamiento de Electricaribe. A los problemas de flujo de caja de la empresa se suma que la compañía tiene una deuda neta de $1,28 billones que se han apalancado con los activos y que ha llevado a la compañía a un «límite de endeudamiento», aseguró el gerente.
Adicionalmente, García Sanleandro explicó que los $71.977 millones que el Gobierno les pagó en 2015 y que están indicados en el plan de inversiones, corresponden al pago de deudas pasadas del Fondo de Energía Social (Foes) y que la empresa ya ha invertido.
«Llega un momento en que los bancos empiezan a poner un límite porque no ven un flujo de caja para pagar la deuda. Fue por eso que le hicimos una alerta al Gobierno, porque la empresa está pasando por una situación compleja», aseguró.
En total, según el informe anual de la empresa, sus pasivos han aumentado 132% entre 2006 y el año pasado, al pasar de $1,15 billones a $2,09 billones.
Inversiones para 2016. Electricaribe aseguró que este año espera recuperar el rumbo de las inversiones y ejecutar unos $247.000 millones para temas como reducción de pérdidas, mejorar el servicio, abrir nuevos puntos, ampliar el número de cuadrillas en la calle, y optimizar la infraestructura.
Sin embargo, esta cifra estará sujeta a que el Gobierno cumpla sus compromisos y reconozca a la empresa las deudas pasadas.
Cobertura de energía. Los comercializadores de energía, como Electricaribe, tienen dos alternativas para garantizar el servicio a sus usuarios: el primero, mediante contratos de Obligaciones de Energía en Firme (OEF), que se realizan a largo plazo y con precios que usualmente están por debajo del mercado.
La segunda alternativa es acudir a la bolsa de energía, que es el mercado donde los generadores ofertan diariamente el kilovatio por hora, dependiendo del recurso con el que fu generado. Por ejemplo, si se genera con agua, el precio será mucho más barato que si se genera con gas, carbón o combustibles líquidos.
Estos mercados son volátiles, por lo que “es recomendable que las empresas eviten estar expuestas a ellos. Lo mejor es tener energía en firme y contratos que te den confiabilidad”, sostuvo Alejandro Lucio.
Durante esta temporada en la que el Fenómeno de El Niño ha afectado los embalses de agua, cerca de 50% de la electricidad nacional se está generando con fuentes más costosas, como el diésel. Esto ha llevado a que el precio de escasez del kilovatio (precio máximo que pagan los comercializadores a los generadores), ha pasado de unos $140kwh a $302kwh.
Compañías como Electricaribe han tenido una alta cobertura en los últimos años, sin embargo, hasta septiembre de 2015 aseguró 88% del recurso con contratos. Ese mes se venció un acuerdo para atender 8% de la energía, por lo que la exposición de la empresa a la bolsa pasó de 12% a 22%. De esa proporción, 18% correspondió a usuarios regulados (residenciales).
José García Sanleandro explicó que por dos años realizaron convocatorias para que les ofertaran electricidad pero las propuestas que recibieron tenían un kilovatio por encima del precio de escasez ($302kwh), por lo que decidieron no comprar la energía.
De hecho, el informe de 2015 detalla que el año pasado se realizaron 13 convocatorias «con el propósito de alcanzar los objetivos establecidos para cubrir el mercado regulado de energía para los años 2015 y 2020».
En el balance se explica que la compañía logró tener en sus contratos un kilovatio a $152,46, mientras que las compras en bolsa se hicieron, en promedio, a $231 kwh.
Lo preocupante del panorama es que según el informe anual, la cobertura de energía en firme se mantendrá este año en 82% pero va a disminuir en los próximos: en 2017 caería a 56%, en 2018 a 45%, en 2019 a 22% y en 2020 a 4%.
Para Alejandro Lucio, varios factores podrían haber incidido en que Electricaribe no haya logrado un contrato después de dos años de convocatorias.
El primero es un menor flujo de caja con el que la empresa respalde sus compras en el mercado, como lo exige la regulación del sector, y otro es la situación financiera.
Este último escenario, explica Lucio, pudo haber enviado un mensaje de riesgo al mercado: “La garantía de los generadores de que tú les vas a pagar, es que tus usuarios te paguen. Pero en el caso de Electricaribe no todos los usuarios pagan, la cartera es muy alta y eso envía un mensaje de riesgo, porque es probable que no tengas más adelante el flujo de caja para cumplir los compromisos”, explicó.
¿Bajarán los precios?. García Sanleandro señala que con el final del Fenómeno de El Niño, cuyo coletazo irá hasta mediados de este año, aumentará la generación de las plantas hidroeléctricas y, con ello, bajará el precio de la energía. Cuando eso pase, tiene confianza en que podrán conseguir energía más barata y ampliar la cobertura para el próximo año.
Sin embargo, hay que recordar que la Asociación de Generadores de Energía Térmica (Andeg), le pidió al gobierno recientemente que aumente el precio de escasez de la energía en bolsa. ¿Cómo afectará eso a los usuarios?
El precio de escasez funciona como un seguro que evita trasladar a los usuarios directamente la volatilidad de la bolsa. Es decir, si el precio real del kilovatio es $900 kwh, solo una parte de este se traslada a los comercializadores.
Alejandro Lucio recuerda que si ese precio de escasez se eleva como lo pidieron los generadores térmicos, cuando la energía vuelva a subir, los comercializadores tendrán que pagar más por cada kilovatio. En consecuencia, los usuarios harán lo propio en sus facturas.
Es decir que este año será fundamental para Electricaribe: primero, para lograr ejecutar el plan de inversión de $247.000 millones y mejorar el servicio de energía en la Costa, y, segundo, para realizar las transacciones necesarias y lograr una cobertura y precios de la energía que no afecten a los usuarios.
Todo esto, encaminado a que usuarios como Deisy no tengan problemas con el servicio y que no les vuelvan a cortar la energía.
Los retos de Minminas. Sin lugar a dudas, Electricaribe estará entre las tareas del nuevo ministro de Minas y Energía que el presidente Juan Manuel Santos aún no nombra. Temas como las promesas de Santos en la cumbre energética para cancelar las deudas de las instituciones protegidas y los barrios subnormales, así como acelerar la ejecución del Plan5Caribe serán prioritarios, porque los problemas en el sistema han causado protestas en los últimos días. En materia energética, los problemas del gas, como el autoabastecimiento,, la planta de regasificación y el gasoducto que conecte el interior del país con la Costa, también son tareas que estarán en la agenda del Minminas.