Personajes del próximo Carnaval

En 1998, Liliana Cáceres Herrera fue el ícono risueño del Carnaval. En 1997, a los 16 años, fingió un embarazo y lo hizo tan bien que todo el mundo llegó a creerle (sus familiares, sus amigos, los médicos). Ella misma llegó a creérselo.

Así nació la famosa ‘novela’ de ‘la barriga de trapo’. Vendió la ficción de que en su vientre albergaba seis vigorosas criaturas engendradas con el potente semen de su pareja, a quien apodaron ‘El Machoman’. Desde entonces, a todo aquel que presumiera tener un gran poder sexual lo llamaban así en tono burlón. Los exámenes psiquiátricos demostraron que Liliana montó su carnavalada en un estado de plena lucidez mental. Por tanto, nunca hubo dudas acerca de su perfecta cordura. Su única locura fue pretender –con ese acto alucinado– retener el esquivo corazón de su amado.

Veintiún años después de la osadía de ‘la barriga de trapo’, el Carnaval 2019 está recibiendo insumos de nuestro realismo mágico que seguramente enriquecerán su tradicional parodia sobre hechos y personajes.

Aida Merlano, la bella plebeya que se convirtió, meteóricamente, en la emperatriz electoral de Barranquilla, está llamada a inspirar un disfraz con su comparsa de mochileros, de concejales cómplices y de financiadores.

A bordo de un Lamborghini podría salir también en la Batalla de Flores, ‘Fito’ Acosta, quien en un santiamén saltó del anonimato a la celebridad gracias a un extraño secuestro del que regresó sonriente y sin señales de haberlo pasado mal, a juzgar por la impecable bermuda blanca que llevaba puesta. El supuesto secuestro desató un intenso operativo de la Policía, pero la forma como Acosta reapareció no favoreció la buena imagen de la institución, pues en otros graves casos no se le había visto similar pilosidad; de contera, le colocaron un chaleco de rescatado del Gaula. Nadie entendió por qué se lo pusieron si retornó a su elegante palacio en un taxi que pagó con $20 mil que le obsequiaron sus magnánimos secuestradores.

No debe sorprendernos que igualmente veamos desfilando en el Carnaval al padre Alberto Linero. En las redes sociales dispararon decenas de ‘memes’ mordaces que malpensadamente vincularon la decisión del clérigo samario con el ‘gustico’, no con la justificación que dio: la soledad y la falta de motivación para seguir en el sacerdocio.

Otro disfraz podría ser el de Liliana Campos Puello, alias La Madame. Hubo cierto escándalo cuando el ‘Tino’ Asprilla hizo la broma de que la soltaran para que Cartagena no luciera aburrida. Me hizo recordar a un cáustico profesor cienaguero que vivió en Cuba, quien solía decir que “la patria de Celia Cruz y Benny Moré fue una maravilla hasta que Fidel acabó con las putas y los maricas”.

De manera que ya hay atrayentes protagonistas para el Carnaval 2019. Solo falta la escenografía para que el teatro callejero desate la risotada colectiva.

@HoracioBrieva


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