Dos muestras de que por ahí no es

Hoy quiero matar dos pájaros de un solo tiro. No hay duda de que Barranquilla ha ganado con la cesión del Batallón Paraíso, pero su uso y ocupación no han sido suficientemente conversados y acordados con la ciudad. Estamos sacando pecho por un ‘megaparque’ de 25 hectáreas de un total de 51. ¿Cómo podría llamarse entonces el Central Park de Nueva York con 340 hectáreas, que ha sido puesto como parangón? ¿Un superhipermegaparque? El nuestro cabrá casi 14 veces en el de Nueva York.

La Sociedad Colombiana de Arquitectos, SCA, en un comunicado que no tuvo la atención que merecía, preguntó: ¿por qué una ciudad con 0,8 metros cuadrados de área verde por habitante, y que se puso como meta en el POT llegar a 6 metros cuadrados por habitante, no emplea todas las 51 hectáreas como parque? Sugiere también la SCA transformar la infraestructura que deja el Ejército en museos, bibliotecas, baños públicos, concha acústica y teatrinos del Carnaval; además, unos parqueaderos, lagos artificiales y las vías que se requieren para interconectar el barrio Paraíso y mejorar la movilidad.

¿Por qué escogieron silenciosamente a Constructora Bolívar, la compañía que  ahora aparece implicada en la construcción insólita de un conjunto residencial en Soledad  a cuyos apartamentos no se les pueden instalar aires acondicionados? ¿De qué tamaño son sus beneficios económicos por las 17 hectáreas que le cedieron para construir torres de 20, 30 y 40 pisos para un total de 6.000 apartamentos?  ¿Por qué no se ha mostrado el ejercicio financiero de las cargas y beneficios del proyecto? ¿Por qué el diseño de este proyecto no ha surgido de un concurso público?

Mi otra observación es sobre el anuncio del gobierno distrital de que iniciará procesos de embargo a 14.336 morosos del Predial que adeudan $35.504 millones de 2016.

No hay duda de que la ley autoriza a la alcaldía a emprender el cobro a quienes no cumplieron dentro de los términos establecidos para el pago. Pero la Administración Distrital ha llegado al extremo de los remates de casas, y no creo que esa sea la función de un Estado Social de Derecho. Conviene una gestión tributaria más humana. Algo va del Imperio Romano y la Edad Media –donde a quienes no pagaban los impuestos los crucificaban y los encerraban en  calabozos – a los tiempos actuales. No digo que no se deba usar el cobro coactivo, pero no se puede desconocer un contexto socio-económico de crisis ni tampoco que Barranquilla cobra unas tarifas de Predial más altas que Bogotá, que tiene más desarrollo económico y mueve más riqueza. Eso me lleva a considerar que si bien es plausible el anuncio de la toma del catastro por el Distrito, habrá que evitar los atropellos.

Yo creo que Barranquilla merece más sensibilidad y democracia. Unos pocos no pueden seguir decidiendo a puerta cerrada sobre los temas esenciales de ciudad.


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