PACTO HISTÓRICO: ¡QUÉ DESPILFARRO!

Así pues que las roscas del Pacto Histórico, con una determinación de último momento, usurparon el derecho de seleccionar las candidaturas a puerta cerrada y bolígrafo. ¡Y hablan de democracia y transparencia!

Tras los 11.291.986 votos de la victoria presidencial de Gustavo Petro, de los cuales Atlántico puso 672.832 y Barranquilla 358.785, se creyó que en las elecciones de octubre se abrían inmensas posibilidades para el Pacto Histórico en el país, el departamento y la ciudad.

Cuando nos  acercamos al cierre de inscripciones de candidaturas este sábado 29, las perspectivas  del Pacto Histórico no parecen muy luminosas y una de las razones tiene que ver bastante con su desorden.

Esta coalición funcionó con eficacia en la elección de Congreso y la presidencial, pero después se volvió un despelote por la carencia de líderes y equipos competentes para organizarla.

Eso explica que en esta semana de infarto el Pacto Histórico esté corriendo para inscribir en la plataforma de la Registraduría las candidaturas a gobernaciones, alcaldías, asambleas, concejos y juntas administradoras locales, que junto a las de los demás partidos y movimientos  suman 120 mil candidaturas.

El Pacto Histórico tuvo  tiempo de sobra para escoger las candidaturas en  consultas interpartidistas  o a través de encuestas y no hicieron ninguna de las dos cosas. Solo en Bogotá  se hizo una presurosa encuesta en estos días para seleccionar el candidato a la Alcaldía. De contera, se inventaron que las candidaturas a cargos uninominales y plurinominales debían ser el fruto del consenso, y esas aclamaciones unánimes eran imposibles en una coalición tan plural. Quizá propusieron esa fórmula a sabiendas de que no funcionaría para luego dar el zarpazo centralista de las decisiones concentradas en Bogotá.

Como en efecto lo hicieron en la recta final de julio. Emitieron una declaración sorpresiva y desconcertante donde comunicaron que no había en Colombia candidaturas oficiales sino precandidatos y que todo se decidiría en la capital.

Así pues que las roscas del Pacto Histórico, con una determinación de último momento, usurparon el derecho de seleccionar las candidaturas a puerta cerrada y bolígrafo. ¡Y hablan de democracia y transparencia! Todo esto en medio de las turbulencias de una coalición que es una especie de ‘Torre de Babel’ llena de polifónicas rivalidades que solo se unifica alrededor de Petro. Desde luego, en sus filas hay líderes, lideresas y activistas de mucha valía que creen en ese proyecto y le han entregado su entusiasmo y su esperanza.

Para completar, Colombia Humana, el partido creado por Petro, no ha estado a la altura del liderazgo que le correspondía ejercer en el Pacto Histórico.

Las elecciones del 29 de octubre dirán qué pasó con la millonaria votación de Petro que lo hizo presidente de Colombia en 2022.

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