LA FARSA DEL POT 2014

La farsa del POT 2014 no podemos repetirla. La sensación es que Argos manejó la paleta de colores de los mapas que definieron los usos del suelo en Barranquilla y Puerto Colombia. Por ley, los actores públicos a cargo del ordenamiento del territorio no pueden ceder esa potestad a los codiciosos propietarios del suelo.

En Colombia, una cosa es la ley y otra la realidad. Ejemplo de ello son los planes de ordenamiento territorial para municipios y distritos, definidos por la Ley 388 de 1997 en desarrollo de la Constitución de 1991. Entre sus objetivos, esa ley se trazó uno muy importante: promover el ordenamiento del territorio, el uso equitativo y racional del suelo, la preservación y defensa del patrimonio ecológico y cultural en el ámbito territorial, la prevención de desastres en los asentamientos de alto riesgo y la ejecución de acciones urbanísticas eficientes.

El debate en torno al Pomca Mallorquín 2017, el POT de Barranquilla y el PBOT de Puerto Colombia, que favorecieron el urbanismo depredador de Argos, ha evidenciado que cuando se construyen estos instrumentos de ordenamiento territorial y ambiental funciona la injerencia de los propietarios del suelo para que primen sus intereses.

Eso sucedió en la revisión del POT 2014. Tan importante documento tuvo de coordinadora general a Ivonne Arazo, magister en urbanismo y arquitecta. La doctora Arazo, cuando asumió esa coordinación general del POT de Barranquilla, venía de ser jefa de diseño de la empresa Urvisa del Grupo Argos e incluso su correo electrónico de ese momento era (iarazo@argos.com.co). También hay ayudas de memoria que la identifican a ella participando, en representación de Argos, en la formulación del Pomca Cuenca Caribe. Fue además, supongo que por su brillante trayectoria profesional, conferencista en la prestigiosa Cátedra Europa de la Universidad del Norte.

Una investigación del académico alemán Florian Koch, profesor visitante de la Universidad del Norte, demostró que en el trámite de revisión del POT 2014 hubo una “participación permanente y nutrida de funcionarios de Argos en su diseño – desde las oficinas del Distrito –, con el objetivo de favorecer sus intereses. Objetivo que se le facilitaba a esa empresa teniendo en cuenta que una exfuncionaria de Urvisa había pasado a ser la coordinadora general del POT en el Distrito (en una práctica denominada ‘puerta giratoria’)”. Gustavo Bell Lemus revela esto en la revista digital Contexto en un análisis titulado El origen de la tragedia  ambiental en la cuenca de Mallorquín, un meticuloso trabajo de historiador, a mi juicio lo más lúcido y completo que se ha escrito sobre el tema.

La farsa del POT 2014 no podemos repetirla. La sensación es que Argos manejó la paleta de colores de los mapas que definieron los usos del suelo en Barranquilla y Puerto Colombia. Por ley, los actores públicos a cargo del ordenamiento del territorio no pueden ceder esa potestad a los codiciosos propietarios del suelo.

X @HoracioBrieva

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