Hacia una ciudadanía más activa para hacer público lo público
Como es de público conocimiento, una de las mayores debilidades que tiene Barranquilla es la de la participación ciudadana, y ello supone construir una sociedad civil más vital y participativa para hacer público lo público. Pero a esto – como en toda Colombia, donde la democracia está lejos de ser plena – se oponen dos factores: las limitaciones a los espacios de diálogo y concertación entre perspectivas distintas, y la persistencia de un paradigma equivocado de gestión pública que coloca a los políticos y a los funcionarios públicos por encima de los ciudadanos.
El reto es ir cambiando esta realidad, logrando que los ciudadanos sean cada más protagonistas e incidentes en las decisiones públicas. Las elecciones no son la única forma de participación. Más allá del voto, el deber de los ciudadanos es hacer oír su voz y utilizar las herramientas que ofrecen la Constitución y las leyes.
A los bajos niveles de participación ciudadana hoy existentes se añaden ingredientes que influyen en la apatía ciudadana, como la crisis de mediación de los partidos políticos, los déficits de rendición de cuentas, la baja representatividad de los elegidos y el peso cada vez más exagerado de los funcionarios públicos en la toma de decisiones.
Una de las líneas estratégicas de los estatutos de la Fundación Protransparencia es fortalecer la democracia y eso significa estimular la movilización ciudadana para que sea «un poderoso factor de control social de la gestión pública, orientado a mejorar el desempeño de los gobiernos en términos de honradez, eficiencia y eficacia» (Democracia y participación en América Latina, Fabio Velásquez).
En el marco de esta visión, nuestro Plan de Trabajo contempla el impulso de unas veedurías de impacto a temas clave de Barranquilla y el Departamento, para lo cual estamos convocando a todas las organizaciones y personas interesadas en hacer causa común en este propósito. Para nosotros este es un criterio básico: las veedurías no deben verse como una expresión opositora a los gobiernos de turno sino como un aporte – desde la mirada crítica de la ciudadanía – para asegurar una gestión pública de calidad. Las veedurías, por tanto, deben asumirse, respetando su independencia, como aliadas de las buenas prácticas de gobierno.
En tal sentido, Protransparencia llama a la ciudadanía a conformar un voluntariado activo en materia de veedurías y sugiere a todos los interesados varios temas. Así mismo, determinemos su prioridad, pertinencia y el enfoque que les daremos: Aseo, Valorización, Electricaribe, Reparcheo, Soledad, Campo Alegre, Transmetro, Espacio Público y POT.
Los resultados de estas veedurías serán divulgados por los medios de comunicación y los nuevos medios tecnológicos. Hay que hacer público lo público.